lunes, 15 de junio de 2009

Tratamiento de la Dislexia


Asumiendo que en la dislexia existe un déficit en las capacidades fonológicas, teóricamente, si se facilitan precozmente –antes del inicio de la lectura – los aprendizajes fonológicos, es posible la prevención en algún niño. Con esta finalidad se han propuesto programas preventivos de intervención precoz, orientados a que el niño adquiera una buena capacidad para la identificación de las palabras; para ello, es preciso que tenga un dominio fonológico que le permita detectar fonemas, pensar sobre ellos y utilizarlos para construir palabras.

Estos programas consisten en dedicar 15 minutos diarios a juegos en los que se utilizan rimas, la capacidad de escuchar, la identificación de frases y palabras, así como la manipulación de sílabas y fonemas. Los niños sometidos a programas de capacitación fonológica muestran mejores capacidades en la identificación de letras, análisis fonológico y lectura de palabras sueltas.

Otro nivel de prevención es la intervención precoz ante los primeros signos de dislexia. Los enfoques terapéuticos en las primeras fases lectoras se orientan en dos polos basados en los mecanismos básicos del aprendizaje de la lectura. Por un lado, está la aproximación que enfatiza el adiestramiento en el proceso de transformación grafema- fonema; y, por otro, existe el enfoque basado en el reconocimiento global de la palabra. Los defensores del primer método consideran que las habilidades fonológicas son necesarias para el reconocimiento de las palabras. En un estudio comparativo entre ambos métodos se mostró claramente superior el fonológico.

Por lo tanto, a pesar de estas consideraciones, todo niño disléxico requiere una ayuda terapéutica que le permita desarrollar y rentabilizar sus recursos. El tratamiento debe ser intensivo y de larga duración. Es primordial que se instaure precozmente, a ser posible antes de finalizar el primer curso de enseñanza primaria. Existen numerosos programas de tratamiento para la dislexia, pero no todos tienen la misma credibilidad científica. Shaywitz destaca como aspectos clave, para que un programa sea válido, debe estar orientado hacia el entrenamiento fonológico, aspecto disfuncional en el que se sustenta la dificultad lectora. También ha de estar orientado al problema, es decir, la dislexia mejora mediante tareas relacionadas con la lectura.
En los estudiantes de escuela secundaria posiblemente sea más sensato ofrecer medidas adaptativas, que intentar insistir en medidas terapéuticas, cuya oportunidad y operatividad, quizás, hayan quedado ya fuera de lugar. A pesar de que el déficit cognitivo producido por la dislexia persistirá a lo largo de la vida, sus consecuencias y su expresividad variaran sensiblemente, por lo tanto, cualquier intervención destinada a mejorar la capacidad lectora y la búsqueda de estrategias alternativas repercutirá decisivamente en la calidad de vida y en la integración social del disléxico

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